El pasado pareciera asomarse a cada paso, adueñarse de cada mirada en las calles de la encantadora Concepción del Uruguay, una ciudad con notorio acento español, derivado éste del origen de su fundador -Don Tomás de Rocamora-, quien el 25 de junio de 1783 diera curso legal a una de las urbes más importantes de la Historia Argentina.
A orillas del río de los pájaros, tal como reza la acepción de su río, la capital de la cultura entrerriana guarda el secreto de un atractivo especial para el viajero. Es que aún antes de deletrear la historia que guardan sus casas coloniales, su gente y sus jardines, el visitante palpitará esa atmósfera de pasado que nunca se ha ido.
Clara muestra de ello son los siete monumentos históricos nacionales que destellan en su centro urbano, bajo las figuras imponentes del Colegio Justo José de Urquiza, la Basílica Menor Inmaculada Concepción, la Casa de Personalidades Históricas, el Edificio del Correo, la Casa del General Victorica, la Antigua Aduana de la Confederación y el Palacio Santa Cándida.