Edificación de incalculable valor histórico, donde el viajero podrá escuchar relatos que emanan de rincones, muros, muebles y objetos personales de uno de los héroes entrerrianos de mayor envergadura, el Palacio San José se posiciona como el atractivo central de la ciudad de Concepción del Uruguay, aún por encima de sus deslumbrantes playas e islas.
Este Museo y Monumento Histórico Nacional, conservado en honor al General Justo José de Urquiza, se remonta a mediados del Siglo XIX, momento en que su construcción lo originaba como una de las obras de mayor suntuosidad de la época, y entre cuyas características se distinguía el privilegio de ser la primera del país en contar con agua corriente y ser iluminada con gas acetileno.
La estancia llegó a tener 2.500 hectáreas, 20 de las cuales se destinaban a parques, jardines y una gran quinta de frutales. En medio de éstos aparece aún el casco principal de ostentoso estilo renacentista donde las enormes habitaciones, salas, cocinas, pasillos y galerías permanecen dispuestas tal como lo estaban a la muerte de su dueño, quien fuera allí misteriosamente asesinado.
En los patios, que se conservan según la disposición original, pueden apreciarse anquilosadas estatuas de cuyos rígidos gestos parecen brotar anécdotas de más de 150 años. Se alzan allí, además, imponentes jaulas vacías que en otra época de lujo y esplendor habitaran aves exóticas.
Fue dentro de los muros de este Palacio donde se gestó un hecho trascendental para la República Argentina: su Organización Nacional, y se firmaron tratados internacionales de relevancia. Los amantes de la historia, ávidos de conocer en su fibra más íntima los hechos que marcaron huellas en el destino de la Nación Argentina, encontrarán en este sitio un lugar en el que el tiempo se ha suspendido allá por el 1800.